viernes, 18 de abril de 2008

MALABARES DE OFICIO

La noche fria y oscura, la luz del semáforo cambia a rojo y es la señal para salir a escena, ella aparece ante una larga fila de autos cuyas luces la iluminan como si de un espectaculo se tratase, de pronto dos pequeñas llamas de fuego empiezan colorean el fondo negro del cielo con diferentes formas al contorneo de la malabarista.

Su rostro redondo y cuerpo robusto no le impiden mover con agilidad las varas con mechas prendidas que apaga de un soplido para conversa conmigo sin dejar de mover los palos y tampoco a ella misma porque sin querer va retrocediendo y caminando alrededor de un poste de luz mientras me acerco más y más invadiendo su espacio ya que los claxon de los carros me impiden escucharla con claridad.

Ella es Miluska tiene 24 años, cuatro de éstos decidió ya no vivir en Barranco con sus padres y para sustentarse trabaja de 7 a 11 de la noche en la calle casi todos los días, eventualmente hace shows sin embargo no le gusta mucho porque los servis la explotan pero por su cuenta siempre encuentra algo que hacer, al mes genera la suma de más dos mil soles para comida, casa, estudios y mantener a su adorada perra dálmata.

Su primer acercamiento a los malabares vino por parte de su hermano quien también los hace y luego lo fue aprendiendo con amigos y más práctica, hace distintos tipos de acrobacias pero el fuego es su preferido, aparte le gusta y ha hecho teatro, danza moderna y ballet.Sus padres no le agradan mucho el trabajo que ella realiza y no la apoyan como quisiera pero al menos lo respetan con resignación.

- Si pues osea, mis viejos hubieran querido que sea la chica doctooora, abogaada, tu sabes, chica profesional, pero pucha esto es lo que me gusta hacer, lo que quiero es mi arte. Mira trabajos hay muchos pero como éste ninguno.

Por las mañanas estudia en una pre para poder ingresar a estudiar comunicaciones auqne no sabe aún en donde, por la tarde practica con las varas para más tarde empezar a trabajar. No tiene miedo a quemarse y auqne todo el tiempo siempre haya una chamuscada sin gravedad no la ha detenido para continuar con su vicio.

Su cara cambia a una cierta amargura cuando habla sobre las libertades para trabajar, dice que Surquillo es uno de los pocos distritos donde la municipalidad apoya este tipo de arte y donde no la han hostigado, porque distritos como Surco y la Molina la han botado por el hecho que su acto de fuego lo ejecuta frente a carros y esto representa un peligro argumentado la tragedia que sucedió en Utopía.

Por el contrario este distrito si lo califica como algo artístico y la deja laborar sin problemas aparte no es la única, cruzando la acera en otro semáforo hay un personaje haciendo lo mismo pero no son amigos, sólo colegas.Ha viajado por el sur del Perú y fuera de éste por Bolivia y Brasil, tendiendo en esos lugares una mejor respuesta ante lo que hace que en su propio país.

- Acá la gente es muy discriminadora, acá las personas no lo ven como arte lo ven como que "ah! está pasando el tiempo o recurseandose". No, o sea aparte de ganar dinero es arte. He tenido malas experiencias con las personas que me dicen vete a otro faro o no sé, si no me quieren colaborar no me den pe yo no me hago ningún problema, no les constesto pero tampoco tienen poque tratarme así.

La necesidad y la pasión hacen que persevere, es segura y no se preocupa de lo que suceda mañana, auqne tiene sueños, como dejar de trabajar en la calle y tener su propio instituto o centro de malabarismo, estos podrían ser más fáciles de realizarse si viviese en China o Rusia donde estas artes son importantes qu hay centros donde entrenan a niños y jóvenes duramente para las exigentes competencias.

Tal vez ella podría ser muy buena, pero con el nulo apoyo del gobierno a lo que de arte se trata, tendrá un camino más difícil y ver si tiene la suerte como pocos que logran de destacarse y ser la Juan Diego Flores de las acrobacias, mientras tanto espera el próximo cambio de luz para exhibir su habilidades antes la nueva caravana y pasar el gorro en busca de unas monedas antes que termine la noche cada vez más oscura y fría.