En los primeros cuatro capítulos del libro de Philipe Boiry “Relaciones Públicas o La Estrategia de la Confianza” resultan 3 ideas principales:
• Las relaciones públicas entendidas como la estrategia de la confianza.
• Las relaciones públicas humanizan a las organizaciones.
• Las relaciones públicas, se diferencian de la publicidad y propaganda porque ésta actúa sobre la parte racional de las personas, comunicándose de manera honesta sin manipular.
En los inicios de ésta doctrina, en el siglo XIX, no estaba aún muy en claro que era y la dirección que debía tomar, al punto que era confundida con la publicidad o propaganda, como si fuera una rama auxiliar de éstas. Así nacieron los llamados ‘agentes de prensa’, quienes sirvieron a los políticos y luego a las empresas para mantener buenas relaciones y cuidar su imagen ante sus diversos públicos utilizando el publicity en los diarios para promocionarse.
Pero no fue hasta el siglo veinte que el periodista estadounidense Ivy Lee, considerado padre de las relaciones públicas, que cambió el concepto de agente de prensa: “nada de secretos, nada de confusiones con la publicidad, necesidad de suministrar informaciones auténticas y tener en cuenta el interés del público”. Con ello dio vida a lo que hoy conocemos como relaciones públicas.
En 1914 marca la diferencia al dar servicio al multimillonario, pero nada apreciado, John D. Rockefeller, realizando el duro trabajo de cambiar la mala imagen de una persona en una positiva. Lee entendía que los mensajes e informaciones de los diversos públicos, deben ser revalorados porque son útiles a las empresas porque así desarrollan vínculos duraderos con sus públicos directos e indirectos.
Lucien Matrat padre de las relaciones públicas de Europa sostiene que ésta doctrina confluye con varias ciencias humanas sin identificarse con una de ellas totalmente, pero éstas ayudan a entenderla como una disciplina social particular próxima a la sociología o psicología social por estudiar el conjunto de conductas humanas.
Intenta buscar la variable clave que regula el sistema social y la cohesión de grupo para que la sociedad pueda desarrollarme con valores y creencias comunes. Por lo cual se debe estudiar y analizar los comportamientos individuales, relaciones interpersonales y redes comunicación social para perfeccionarlas de forma cuantitativa y cualitativa.
Matrat expone que es necesario distinguir la mera información de la comunicación porque ésta tiene un mensaje con retorno (feedback) lo que indica si ha sido bien recibido.
Los Psicólogos indican que se debe analizar al hombre separando sus comportamientos en las diferentes actividades socio-económicas que ejercen, dando como resultado 3 personajes distintos: homo faber, el que produce bienes y servicios; el homo economicus, el que consume lo hecho por el primero; y homo relationis solo existe en una colectividad, estableciendo relaciones, buenas o malas, con los otros.
Por ello para que se puedan establecer relaciones de confianza entre los diferentes públicos y las organizaciones, dentro de una colectividad, se debe conocer y analizar el comportamiento de éstos, para saber como emplear el discurso que nos permitirá construir una sólida base de comunicación, utilizando la verdad, sin ningún tipo de manipulación porque ello mataría todo lo avanzado y nos atrasaría tanto como sociedad porque un ambiente de desconfianza no permite desarrollarnos.
• Las relaciones públicas entendidas como la estrategia de la confianza.
• Las relaciones públicas humanizan a las organizaciones.
• Las relaciones públicas, se diferencian de la publicidad y propaganda porque ésta actúa sobre la parte racional de las personas, comunicándose de manera honesta sin manipular.
En los inicios de ésta doctrina, en el siglo XIX, no estaba aún muy en claro que era y la dirección que debía tomar, al punto que era confundida con la publicidad o propaganda, como si fuera una rama auxiliar de éstas. Así nacieron los llamados ‘agentes de prensa’, quienes sirvieron a los políticos y luego a las empresas para mantener buenas relaciones y cuidar su imagen ante sus diversos públicos utilizando el publicity en los diarios para promocionarse.
Pero no fue hasta el siglo veinte que el periodista estadounidense Ivy Lee, considerado padre de las relaciones públicas, que cambió el concepto de agente de prensa: “nada de secretos, nada de confusiones con la publicidad, necesidad de suministrar informaciones auténticas y tener en cuenta el interés del público”. Con ello dio vida a lo que hoy conocemos como relaciones públicas.
En 1914 marca la diferencia al dar servicio al multimillonario, pero nada apreciado, John D. Rockefeller, realizando el duro trabajo de cambiar la mala imagen de una persona en una positiva. Lee entendía que los mensajes e informaciones de los diversos públicos, deben ser revalorados porque son útiles a las empresas porque así desarrollan vínculos duraderos con sus públicos directos e indirectos.
Lucien Matrat padre de las relaciones públicas de Europa sostiene que ésta doctrina confluye con varias ciencias humanas sin identificarse con una de ellas totalmente, pero éstas ayudan a entenderla como una disciplina social particular próxima a la sociología o psicología social por estudiar el conjunto de conductas humanas.
Intenta buscar la variable clave que regula el sistema social y la cohesión de grupo para que la sociedad pueda desarrollarme con valores y creencias comunes. Por lo cual se debe estudiar y analizar los comportamientos individuales, relaciones interpersonales y redes comunicación social para perfeccionarlas de forma cuantitativa y cualitativa.
Matrat expone que es necesario distinguir la mera información de la comunicación porque ésta tiene un mensaje con retorno (feedback) lo que indica si ha sido bien recibido.
Los Psicólogos indican que se debe analizar al hombre separando sus comportamientos en las diferentes actividades socio-económicas que ejercen, dando como resultado 3 personajes distintos: homo faber, el que produce bienes y servicios; el homo economicus, el que consume lo hecho por el primero; y homo relationis solo existe en una colectividad, estableciendo relaciones, buenas o malas, con los otros.
Por ello para que se puedan establecer relaciones de confianza entre los diferentes públicos y las organizaciones, dentro de una colectividad, se debe conocer y analizar el comportamiento de éstos, para saber como emplear el discurso que nos permitirá construir una sólida base de comunicación, utilizando la verdad, sin ningún tipo de manipulación porque ello mataría todo lo avanzado y nos atrasaría tanto como sociedad porque un ambiente de desconfianza no permite desarrollarnos.
